No sabemos cuánto tiempo invirtió Dios para dar forma al cuerpo de Adán. Sin embargo, leemos en la palabra que al señor Jesús le tomó tres años y medio formar a las doce personas que había seleccionado; así como un arquitecto entrega una maqueta al constructor para que se sujete a lo que él desea, Jesús tuvo que dejar un modelo de vida a sus discípulos para que pudieran proyectarse. El líder de visión nunca es fruto del azar. Es alguien que se forja en el fuego de la prueba y el dolor, dispuesto a pagar el alto precio que exige su llamado. Es alguien que tiene en claro que, ante todo, ha sido elegido para servir a Dios. Vive el poder de una visión y la capacidad creativa de Dios ,que te llevarán a convertirte en un líder que impacta esta generación .